Hoy tengo ganas de sentir lástima de mí misma... Sí, sí, sentir lástima de uno mismo es patético, es ponerse en la posición de víctima, es malgastar el tiempo, no lleva a nada positivo, paraliza, impide que uno se levante y se conquiste a sí mismo y los obstáculos de la vida, pero no se puede razonar con las hormonas y sinceramente creo que las mujeres tenemos derecho, simplemente por nuestra composición cromosomal, de tener uno de esos días una vez al mes.
Hoy extraño muchas cosas. El verano me hace extrañar más, el calor, el sol, los días lindos, las flores, las frutas que no se consiguen en invierno (a un precio razonable)... no sé, me pasa desde que llegué hace ya casi 9 años.
Extraño cosas que tengo lejos, cosas que tenía y, asombrosamente, cosas que nunca tuve. No se si esas las extraño o las deseo con tanto ímpetu que el sentimiento es casi el mismo. Pero extraño a mis hermanas, charlar con ellas y reírnos sin parar. Extraño la risa contagiosa de Laura, y cuando se ahoga con su propia carcajada y emite ese ruido... "porcino" cuando aspira. Extraño cuando Cecilia habla y habla totalmente sumida en su monólogo, sus gestos, sus historias, y extraño mirarlas y pensar cuánto las quiero. Tomar mates juntas, caminar, recordar los viejos tiempos. Extraño tenerlas cerca...
Extraño a mi sobrina Marina, que por suerte viene en 15 días.
Extraño la sensación de no tener nada interesante que hacer y saber que puedo llamar a un amigo y en cuestion de 10 minutos estar en su casa tomando mates, y extraño esas llamadas "estas en tu casa? pone la pava que paso un toque" (y a lo mejor ya ni se dice así, porque ya ni sé cómo hablan en La Plata, porque quedé completamente anacrónica y ni siquiera entinedo por qué dicen que un tema es "alto", me suena forzado y ridículo)
Extraño a mi mamá, sentarme con ella y hacernos la manicura, o una limpieza de cutiz, o algo en el pelo. Extraño cómo me hacía sentir el hablar con ella, extraño el consuelo, el abrigo, la protección y el amor que siempre sentia a su lado. La extraño tan inmensamente cada día de mi vida...
Extraño mirar el reloj y esperar ansiosa a que sean las 16 para que llegue Nick, extraño la alegria que me daba verlo llegar y las mariposas en el estómago que sentia los primeros meses con él.
Extraño salir a andar en moto juntos y enojarme porque había pasado los 230 km/h y bajarme temblando como una hoja pero con la extraña sensación de seguridad que él me daba. Extraño trabajar juntos en la casa y hablar de cualquier cosa. Extraño cómo me miraba cuando yo contaba historias y me compenetraba en los recuerdos. Extraño cuando poníamos música a la noche y nos sentabamos en el sillón y charlabamos y nos poníamos cariñosos...
Extraño cosas que nunca tuve también... dejar a las nenas con mi mamá y mi papá, despedirlas cuando se van los cuatro a pasear o tomar un helado. Ir los 4 cada domingo y almorzar juntos, y las horas de la siesta que siempre son tranquilas y especiales, y después el mate...
Extraño una mesa larga y llena... mis hermanas, mis sobrinos, mis padres, mi familia... Y extraño fines de semana en Mugueta y ver a las nenas jugar y ver con alegría y admiración cómo se llena la casa de mi tía.
Hoy me tengo lástima... porque el tesoro tan hermoso y tan maravilloso que tengo en estas paredes es mío y de nadie más, porque no puedo compartirlo y disfrutarlo más y más. Me tengo lástima porque los años me cambiaron y cambiaron las circunstancias y cambiaron tantas, tantas cosas... Sí, hoy, patéticamente, me tengo lástima.
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| Diciembre 2007 |
